Don Quijote de la Mancha.- Primera parte, capítulo duodécimo

Don Quijote de la Mancha
Miguel de Cervantes

Primera parte, capítulo duodécimo

De lo que contó un cabrero a los que estaban con don Quijote

Este capítulo de ambiente pastoril y recreación amorosa esconde algunos datos relevantes sobre la íntima realidad de Miguel de Cervantes, sus orígenes y sus convicciones.

Empecemos por subrayar que se presenta el caso de un suicidio –muerto por amor- en un contexto en el que el suicidio era algo escandaloso para la Iglesia. Pero, además, todo el ritual de enterramiento es celebrado sin ninguna manifestación religiosa y en un ambiente laico. El cadáver es trasladado a hombros de gentes adornadas de flores y colores, al igual que las andas, en un ritual pagano alejado del luto y el negro católicos para ser enterrado sin féretro, directamente en la tierra. Esta costumbre es de tradición judía, pero Cervantes lo disimula explicando que fue enterrado al estilo moro, lo que añade una nota despectiva que oculta el verdadero sentido de un entierro que, paradójicamente, cobra mayor interés y relevancia en el hecho de enterrar a un suicida y honrarlo de forma manifiesta, algo totalmente opuesto a los dogmas eclesiásticos y una forma que se corresponde literalmente con el pensamiento libre.

Tenemos a un Cervantes librepensador presentándonos de manera inteligente sus ideas. Pero merece la pena observar, también, cómo la idea que sustenta la novela de desenvolverse en la Mancha se disuelve en el paisaje descrito y, sobre todo, en la vegetación y arbolado. Así, es bien sabido que los hayedos, que por algunas zonas leonesas se denominan faedos, ocupan las montañas de clima húmedo y lugares umbríos, extendiéndose por el norte de España y llegando hasta la Cordillera Central, quedando bastante alejados de los territorios manchegos. El caso es que en este capítulo aparecerán las hayas sobre las cuales los enamorados pastores escribían el nombre de su amada. ¿En qué paisajes está recreando Cervantes realmente este capítulo? Parece lógico pensar que fuera aquellos mismos de los orígenes de su familia en las montañas de León a las que el autor se referirá.

El capítulo nos cuenta la historia de amor de Grisóstomo, hecho pastor y enamorado perdidamente de la pastora Marcela. Ambos eran jóvenes herederos ricos que deciden vivir la vida pastoril. Grisóstomo había estudiado en Salamanca; era inteligente, culto y compone versos. Marcela, huérfana y muy hermosa, así como discreta y honesta,  atrae irresistiblemente la admiración de cuantos la conocen. Su tío trata de que elija marido y se case, pero ella no desea casarse y decide hacerse pastora, yendo con las zagalas a cuidar su ganado.

Hay que notar la postura de Cervantes ante el matrimonio, defendiendo la libertad de escoger marido o mujer sin imponerles la voluntad de los padres o tutores, lo que determina la actitud progresista del autor del Quijote y su visión del mundo y la sociedad para la que veía necesario un estado más abierto a las libertades.

Grisóstomo se enamora de Marcela hasta el extremo de llevarlo a la muerte, pues Marcela –que no evita el trato y conversación con los pastores- rechaza a Grisóstomo al igual que a cualquiera de quienes le insinúan sus intenciones amorosas. La historia nos la cuenta uno de los cabreros recién llegado a la majada a quien don Quijote escucha con extremada atención e interés, al igual que el resto de los presentes, a excepción de Sancho que estaba cansado de oir hablar tanto al cabrero y el vino le pesaba y daba sueño. Cuando se concluye la historia todos muestran un gran interés  en acudir al entierro de Grisóstomo. Sancho aprovecha el momento para pedir a sus señor que se retiren a dormir y así lo hacen, don Quijote en la choza de uno de los cabreros, donde se durmió dedicándole sus amorosos pensamientos a Dulcinea inspirado por la historia de los amores de Grisóstomo, y Sancho Panza acomodándose entre Rocinante y su jumento, más acompañado de coces que de pensamientos amorosos.

Con lo que concluye el capítulo.

González Alonso

Deja un comentario