Se oye su nombre entre el gigante viento
herido por la punta de su lanza
y es Dulcinea sueño y añoranza
que a su voz y su pecho dan aliento.
Es la figura seca del sarmiento
en rostro seco, y húmeda templanza
florece generosa en la semblanza
de su vida sin par y amor sin cuento.
Pero coja estaría la balanza
si en esta triste historia de su historia
no apareciera el bueno Sancho Panza;
Que si ya los molinos dieron gloria
y a su afán de justicia justa fama
algo falta en el agua de esta noria
como son los refranes de la tierra,
tocino, pan de hogaza, ajo y cebolla
y un burro por los campos de la Mancha.
González Alonso
En el cuaderno Lucernarios: El hidalgo y Sancho Panza
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