Almas dichosas.- Miguel de Cervantes

Almas dichosas que del mortal velo
libres y esentas, por el bien que obrasteis,
desde la baja tierra os levantasteis
a lo más alto y lo mejor del cielo,

y, ardiendo en ira y en honroso celo,
de los cuerpos la fuerza ejercitasteis,
que en propia y sangre ajena colorasteis
el mar vecino y arenoso suelo:

primero que el valor faltó la vida
en los cansados brazos, que, muriendo,
con ser vencidos, llevan la victoria;

y esta vuestra mortal, triste caída
entre el muro y el hierro, os va adquiriendo
fama que el mundo os da, y el cielo gloria.

Miguel de Cervantes
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
I, 40

Soneto a Clori.- Miguel de Cervantes Saavedra

Soneto a Clori

En el silencio de la noche, cuando
ocupa el dulce sueño a los mortales,
la pobre cuenta de mis ricos males
estoy al cielo y a mi Clori dando.

Y al tiempo cuando el sol se va mostrando
por las rosadas puertas orientales,
con suspiros y acentos desiguales
voy la antigua querella renovando.

Y cuando el sol, de su estrellado asiento
derechos rayos a la tierra envía,
el llanto crece y doblo los gemidos.

Vuelve la noche, y vuelvo al triste cuento
y siempre hallo, en mi mortal profía,
al cielo sordo, a Clori sin oídos.

Miguel de Cervantes.- Don Quijote de la Mancha, I Parte, capítulo 34.

En la novela de El Curioso Impertinente, Lotario lee sus poemas de amor a Camila en presencia de su marido Anselmo haciéndole creer que están dirigidos a otra dama llamada Clori. En este soneto se queja de celos sabiendo a su amada en otra compañía cuando llega la noche.

Yo sé que muero.- Miguel de Cervantes Saavedra

Yo sé que muero

Yo sé que muero, y si no soy creído,
es más cierto el morir, como más cierto
verme a tus pies, ¡oh bella ingrata!, muerto,
antes que de adorarte arrepentido.

Podré yo verme en la región de olvido,
de vida y gloria y de favor desierto,
y allí verse podrá en mi pecho abierto
cómo tu hermoso rostro está esculpìdo.

Que esta reliquia guardo para el duro
trance que me amenaza mi porfía,
que en tu mismo rigor se fortalece.

¡Ay de aquel que navega, el cielo escuro,
por mar no usada y peligrosa vía,
adonde norte o puerto no se ofrece!

Miguel de Cervantes.- Don Quijote de la Mancha, I Parte, capítulo 34.

Nota.- Soneto con ciertos ecos de Garcilaso

Santa amistad.- Miguel de Cervantes

Soneto

Santa amistad(1) , que con ligeras alas,
tu apariencia quedándose en el suelo,
entre benditas almas en el cielo,
subiste alegre a las impíreas salas(2) :

desde allá, cuando quieres, nos señalas
la justa paz cubierta con un velo,
por quien a veces se trasluce el celo
de buenas obras que a la fin son malas.

Deja el cielo, ¡oh amistad!, o no permitas
que el engaño se vista de librea,
con que destruye a la intención sincera;

que si tus apariencias no le quitas,
presto ha de verme el mundo en la pelea
de la discorde confusión primera.

Miguel de Cervantes.- El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (I, 27)

Notas según la edición de Francisco Rico (Editorial Crítica, 2001):

1.- La amistad a la que se dedica este soneto está en correlación con el amor que se glosa en los ovillejos anteriores.
2.- La amistad verdadera, que con alas ligeras, junto con las almas benditas subió alegre al más alto cielo presidido por Dios (impíreas salas), dejando en la tierra (en el suelo) un doble, una falsa verdad (apariencia).

Ausencias de Dulcinea.- Miguel De Cervantes Saavedra

Sierra Morena

Ausencias de Dulcinea

Árboles, yerbas y plantas
que en aqueste sitio estáis,
tan altos, verdes y tantas(1),
si de mi mal no os holgáis,
escuchad mis quejas santas.
………Mi dolor no os alborote,
aunque más terrible sea,
pues por pagaros a escote(2)
aquí lloró don Quijote
ausencias de Dulcinea
……………del Toboso.

Es aquí lugar adonde
el amador más leal
de su señora se esconde,
y ha venido a tanto mal
sin saber cómo o por dónde(3).
………..Tráele amor al estricote(4),
que es de muy mala ralea;
y , así, hasta henchir un pipote(5),
aquí lloró don Quijote
ausencias de Dulcinea
……………del Toboso.

Buscando las aventuras
por entre las duras peñas,
maldiciendo entrañas duras,
que entre riscos y entre breñas
halla el triste desventuras,
………….hirióle amor con su azote,
no con su blanca correa,
y en tocándole el cogote
aquí lloró don Quijote
ausencias de Dulcinea
……………del Toboso.

Miguel de Cervantes.- El Quijote, I, XXVI

Notas al poema de la edición de Francisco Rico, 2001:

1.- altos (árboles), verdes (yerbas) y tantas (plantas), en correlación trimembre. El juego burlesco reside en que se rompe el sistema de referencias (frente a los adjetivos anteriores), y tantas se ofrece como una tmesis que no se completa. El poema es una letrilla, apoyada en la copla de arte real, con la rima dominante en –ote, que se oye como burlesca.
2.- Por pagaros a cuenta, lo que se os debe.
3.- Recuerdo del soneto I de Garcilaso: “A tanto mal no sé por dó he venido”.
4.- A mal traer, sin sosiego
5.- Pipa, cuba pequeña de madera para líquidos o conservas.

El viejo celoso.- Miguel de Cervantes Saavedra

El viejo celoson156p06
Miguel de Cervantes Saavedra

Clásicos Carroggio.- (Barcelona, 1977)

Miguel de Cervantes tanto en sus Novelas Ejemplares como en sus entremeses se ocupará del tema del amor y lo hará desde tres ángulos distintos, del canto al amor joven, del amor en el matrimonio, y desde los celos, el fracaso y el divorcio. Siempre es aventurado suponer algo, pero bien pudiera ser que la experiencia poco feliz del matrimonio de Cervantes se refleje en cierto modo en sus obras. Por lo que sabemos, el autor del Quijote vivió el amor apasionado de la juventud en Nápoles, donde dejó un hijo como fruto del mismo; luego se enredó en Madrid con la joven esposa del tratante asturiano Alonso Rodríguez con la que tendría una hija a la que reconoció mucho más tarde en su casamiento. Y en medio o huyendo de la tormenta, se casará en Esquivias con Catalina de Salazar, dieciocho años más joven, cuando Cervantes cumplía los treinta y siete de edad. A decir verdad, cuando escribió sobre el amor, los celos y el fracaso del matrimonio, experiencia no le faltaba.

s-oFZaVMQUi3f39DT6i93ZdWLFaMgEn el entremés de El viejo celoso, advierte sobre los riesgos de la diferencia de edad y sentencia: “… el setentón que se casa con quince, o carece de entendimiento, o tiene gana de visitar el otro mundo lo más presto que le sea posible.” Y no lo puede expresar mejor, pues, “aunque tartamudo, no lo será para decir verdades…” como escribe en su prólogo a las Novelas Ejemplares en donde confiesa a la pata la llana su tartamudez. Y fiel a su inclinación a decir la verdad no perderá la ocasión en este breve entremés en el que el engaño al viejo celoso se producirá delante de sus mismas narices con el auxilio de una vecina que le proporcionará un joven guapo y apuesto. Así queda en agua de borrajas todos los desvelos del viejo celoso que guarda con siete llaves a su joven mujer y la sobrina de ésta, haciéndoles la vida imposible sin dejarlas salir de casa ni relacionarse con nadie y, como puede suponerse, sin darle a la joven esposa ocasión de satisfacer sus necesidades sexuales, lo que el viejo pretenderá compensar con muchos regalos y vestidos que solamente podrá disfrutar dentro de los altos muros de la casa. Sigue leyendo

Espinela numérica cervantina.- Julio González Alonso

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Espinela numérica cervantina

Hacer trajes es de  sas-               3
Y nadie, como  ning-                    1
Cervantes, siempre oport-           1
Vistió héroes y pillas-                   3

Fue generoso en desas-              3
Y del amor fue vo-                        0
En nada fue chapu-                      0
Del verbo que en él halla-            6

Que aunque manco lo encontra-  6
Diestro fue en lengua y  a-           0

González Alonso

Busco en la muerte vida

[ ]Mira que el que busca lo imposible, es justo que lo posible se le niegue, como lo dijo mejor un poeta, diciendo:

Busco en la muerte vida,
salud en la enfermedad,
en la prisión libertad,
en lo cerrado salida
y en el traidor lealtad.
Pero mi suerte, de quien
jamás espero algún bien,
con el cielo ha estatuido
que, pues lo imposible pido,
lo posible aún no me den.

Don Quijote de la Mancha, I, cap. 33
No se conoce el autor de esta copla de arte real.

Soneto de amor de Cardenio.- Miguel de Cervantes

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O le falta al Amor conocimiento,
o le sobra crueldad, o no es mi pena
igual a la ocasión que me condena
al género más duro de tormento.

Pero si Amor es Dios, es argumento
que nada ignora, y es razón muy buena
que un dios no sea cruel. Pues, ¿quién ordena
el terrible dolor que adoro y siento?

Si digo que sois vos, Fili, no acierto;
que tanto mal en tanto bien no cabe,
ni me viene del cielo esta ruïna.

Presto habré de morir, que es lo más cierto;
que el mal de quien la causa no se sabe
milagro es acertar la medicina.

Miguel de Cervantes.- El Quijote.- I – XXIII

Con el tema del amor concebido como divinidad todopoderosa el soneto se construye utilizando la figura estilística de la paradoja (bien/mal; muerte/vida; salud/enfermedad; dolor/placer) lo que le confiere una fuerza singular agigantando el valor de las emociones. Se explica cómo siendo dios el Amor, no debiera ser cruel. Puesto que la causa de la enfermedad del Amor no está en quien lo siente, el enfermo se encuentra imposibilitado de hallar el remedio y esperará la muerte.

En el Quijote hay.- Julio González Alonso

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He leído el Quijote cuatro veces
y habrá otra quinta vez de ser leído,
que siempre que leí he recibido
de una lectura tal, bienes con creces.

De Sancho admirarán hasta los jueces
el recto proceder, justo y medido;
del caballero triste y afligido,
ideales y amor sin altiveces.

Pero hay más en la vasta geografía
de la magna novela de Cervantes
y el alma que al destino desafía

enfrentando su suerte a los gigantes;
que hay un loco tan cuerdo que confía
liberar este mundo, de ignorantes.

González Alonso