Soneto
Santa amistad(1) , que con ligeras alas,
tu apariencia quedándose en el suelo,
entre benditas almas en el cielo,
subiste alegre a las impíreas salas(2) :
desde allá, cuando quieres, nos señalas
la justa paz cubierta con un velo,
por quien a veces se trasluce el celo
de buenas obras que a la fin son malas.
Deja el cielo, ¡oh amistad!, o no permitas
que el engaño se vista de librea,
con que destruye a la intención sincera;
que si tus apariencias no le quitas,
presto ha de verme el mundo en la pelea
de la discorde confusión primera.
Miguel de Cervantes.- El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (I, 27)
Notas según la edición de Francisco Rico (Editorial Crítica, 2001):
1.- La amistad a la que se dedica este soneto está en correlación con el amor que se glosa en los ovillejos anteriores.
2.- La amistad verdadera, que con alas ligeras, junto con las almas benditas subió alegre al más alto cielo presidido por Dios (impíreas salas), dejando en la tierra (en el suelo) un doble, una falsa verdad (apariencia).